Dicen que un hombre valiente nunca llora por una mujer, tal vez sea esa la razón por la que ya no quede nadie valiente, pues todos lloramos alguna vez por la persona que amamos. A estas alturas puedes llamarme el ser más patético de la tierra, por la simple razón de que si tú te vas, mis ojos se deshidratarían ante tu ausencia.
Touché.
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